Premio a la vida y obra
de un periodista


Fidel Cano Correa

El jurado se honra en reconocer a Fidel Cano Correa con el Gran Premio a la Vida y Obra
de un Periodista.

En el espacio frenético y bullicioso de las salas de redacción, en medio del ruidoso mundo contemporáneo, podría decirse que a Fidel Cano Correa se le reconoce por su silencio. Más que con palabras, el director lacónico y discreto de El Espectador enseña con el ejemplo. Cano es un referente de prudencia, austeridad y autocrítica, pero también de firmeza en sus convicciones democráticas, en su apego a la verdad y en su defensa de la libertad. El modesto y sencillo director puede ser el más aguerrido y firme si se trata de defender lo fundamental. Al ser bisnieto y llevar el mismo nombre del célebre fundador del decano de los diarios de Colombia, empezó a recorrer desde la infancia el periódico que dirige desde hace casi veinte años. Fidel Cano Correa es filósofo de la Universidad de los Andes, realizó estudios de Relaciones Internacionales en la Universidad de Nueva York y cuenta con una Maestría en Periodismo de la Universidad de Northwestern. Ha sido merecedor del Premio Nacional de Periodismo Simón  Bolívar en dos ocasiones: en 2006 como Periodista del Año y en 2011 en la categoría de Crónica. Antes de llegar a la dirección, Fidel Cano fue redactor deportivo, editor de economía, corresponsal en Estados Unidos y editor general. 

En medio de una grave crisis que tuvo al periódico al borde del cierre, Fidel Cano logró impulsar el regreso de El Espectador a la circulación diaria y a su renacimiento como un periódico abierto a diferentes tendencias políticas, a la cultura en sentido amplio y a la información seria, confiable, amena y responsable. Capaz de capotear ataques de ambos extremos del espectro político y de sufrir estoicamente y sin descomponerse, Fidel Cano Correa ha marcado pautas precisas e imperturbables que impiden todo tipo de manipulación o cualquier intento por apartarlo del camino de la veracidad, la democracia, la ecuanimidad y la libertad. Completamente alejado del poder o del mundo de la vanidad o de la farándula, su ejercicio del periodismo se enmarca en exigencias de rigor que jamás se mezclan con intereses personales.

Muchas nuevas voces del periodismo colombiano han sido apoyadas, dirigidas y promovidas por su sentido de la justicia y de la igualdad. De ahí que haya creado en la redacción de El Espectador una escuela y producido un equipo de periodistas agradecidos por su confianza, magisterio y estímulo constantes. Así mismo, por su ejercicio infatigable de la honestidad periodística, con muchos más aciertos que errores -que él es el primero en reconocer-, la sociedad colombiana ha visto que en sus manos la libertad y la tolerancia tienen un gran defensor. Fidel Cano ha sabido mantener en pie un verdadero bastión de la libertad de prensa en el continente, un periódico que ha cumplido 135 años de existencia en 2022.

La vida y obra de Fidel Cano es periodismo vigoroso y de largo aliento. Independencia y coraje en un país que necesita de personas justas y valientes como él, que se atreven a dar voz y a defender a quienes más merecen ser escuchados. El recuerdo heroico de Guillermo Cano, el gran periodista inmolado en nombre de la verdad y de la libertad, sigue vivo en este sobrino que defiende con serenidad y orgullo los mismos valores que son el sello ancestral de una honestidad a prueba de amenazas, de chantajes, de bombas y de balas. En sus manos el mejor periodismo se mantiene en pie, sin claudicar.